domingo, 11 de enero de 2009

El gusto exacerbado por la música extranjera

Algunos de los factores acervos en nuestra sociedad actual es el culto por lo superficial, por lo que no nos da, pero que tampoco nos quita. El amor libre, lo fugaz de la publicidad, la pornografía, los textos mascados sin juicios de valor y la música desprolija que esta de moda. Los jóvenes de ahora viven una época distinta, viven una era marcada por otra música y escuchan masivamente otros géneros, en comparación a la anterior juventud criolla. Entonces, ¿Porque la atmósfera cultural, que viene de afuera, le resta espacio a lo originalmente nuestro?



Jorge Reyes vive en el popular distrito del Rimac desde que nació, hace 23 años. Tanto sus padres como sus abuelos le inculcaron el sentimiento aferrante a nuestra música criolla. En casi todas las reuniones sociales a las que asiste coge su guitarra y empieza a entonar canciones como “el plebeyo”, “cuando llora mi guitarra”, entre otros valses. En sus ratos libres da clases de canto a los más pequeños, sobretodo en actuaciones y festividades del colegio. Un día un buen amigo lo invitó a su fiesta de cumpleaños en Breña. Cuando Jorge llegó observó que la fiesta era totalmente distinta a sus celebraciones acostumbradas, pero igual se divirtió tratando de acoplarse a géneros como el “regueton”, “samba”, “ska”, entre otros.

Ahora Jorge se ha convertido en un fanático seguidor del “ska”, género musical originado a finales de los 50 derivado principalmente de la fusión de la música negra americana de la época con ritmos populares propiamente caribeños, es mas ahora es vocalista de un grupo llamado “Barrio calavera” y están preparando un disco.

Todo comenzó “jaraneando”

En 1920 la música Popular peruana fue rechazada por las clases sociales altas y por quienes integraban la incipiente clase media. Los blancos no la querían, ni la cantaban, ni menos se atrevían a bailarla. Dicen que nació en el año 1880, traído de Austria con Johan Strauss y el danubio azul. Mediante un proceso de adaptación, con picardía y sal de la tierra, se convirtió en lo que es hoy: a veces jaranera, a veces melancólica, pero sin duda nuestra.

Interpretado en los barrios pobres de la ciudad limeña, no le fue fácil abrirse camino. Existieron muchos cantores de barrio, jóvenes talentos que inspiraron a genios creadores como el maestro Felipe Pinglo, quien de muchacho solía concurrir a las jaranas de callejón o en casas de vecindad.

Casi un siglo después las jaranas criollas no son las mismas. Dicen que ni los velorios son como eran. La palabra “jarana” proviene del nombre de una pequeña guitarra mexicana.

Antiguamente las jaranas eran de 8 días, comenzaban con la serenata, seguía el cumpleaños, al día siguiente la joroba, luego la despedida, pero como no se querían ir hacían la fiesta del “anda vete”. Y la gente jaraneaba, bailaba en su casa. En las clases media altas no se podía bailar tan apretado o tener “mal estilo de baile”, salvo en los callejones donde nació el vals criollo, porque en los callejones los pisos eran de tierra con hueco y con el pretexto de bailar un vals y que la chica no se tropiece; el caballero la agarraba de la cintura. O sea un cuento.

Una canción que pinta todo lo dicho es el vals la jarana del pianista Lucho de La Cuba, “dale con la punta, dale con el taco, mueve la cintura que se va a acabar y ahora aprieta fuerte pon tu cara junta y dime si hay algo mas lindo que un vals”. Así eran las jaranas de antes. La música criolla se cantaba con intérpretes originales que cada barrio cuidaba, porque no existía la radio hasta 1974 en que se popularizó.

Muchas casas antiguas usaban piano de cola y cuando pasabas por la calle escuchabas el sonido del piano ventilarse por las ventanas de las casas. Pero no se podía llevar un piano a una jarana, es así como se empieza a usar la guitarra. Al principio el acompañamiento era un compás sencillo con el instrumento de cuerda, hasta que entro a escena la creatividad de Oscar Aviles, o sea que la música peruana es antes y después del genio Aviles en la guitarra.

“A mi abuelita también le gustaban los mariachis”

Comentan también que la música extranjera ha invadido nuestra música peruana, haciendo que poco a poco se extinga. Aunque los nuevos y jóvenes valores como los alumnos del maestro Polo Campos aun la cultiven en los lustrosos salones del local del APDAYC en el centro de Lima. Pero la invasión no es solo de ahora, antes también ocurría desde que inventaran el cine y las telenovelas.

¿Desde cuando empezaría nuestro exacerbado gusto musical por lo extranjero?, pues desde que nuestras abuelas suspiraban escuchando cantar a Pedro Infante y Javier Solís en alguna escena de un duelo mexicano entre dos machos que no encontraban otra forma de resolver sus riñas, que matándose a tiros.

Esa idea fue vendiéndose industrialmente en la mente de cada persona, hasta hacerse dueña de un mercado musical que no es barato. Un mariachi cobra por hora aproximadamente 250 soles. Y un conjunto criollo… ¿cuanto? Bueno usted sabe la respuesta mejor que yo, porque a casi todas las mujeres les gustan los mariachis y desde que entran los charros cantando y llenando la sala con su estridente voz, sienten la misma emoción que sintieron actrices mexicanas como Marga López o Libertad Lamarque cuando intentaban conquistarlas allá por los años 30 . ¿Sentirían la misma emoción si fuera un trío criollo? Para algunas personas si, pero no se da en la mayoría.

La modernidad y la tecnología (internet y cable) se abrieron paso y con ella los gustos cambiaron, porque nos dimos con la sorpresa que no había que viajar ni ir tan lejos para escuchar música clásica o rock en ingles. Cada vez conocemos más cantantes, más idiomas y diversidad de géneros musicales.

Los jóvenes en su mayoría escuchan canciones con las que se sienten identificados, la adolescencia es una etapa difícil y buscan como expresar o reflejar lo que sienten o lo que les molesta, al final una canción sin tener necesariamente calidad musical terminará capturando la atención de estos.

Se habla entonces de un proceso de reducción de nuestra música criolla, pero no de desaparición total porque aun siguen representándonos estrellas de la talla de Eva Ayllón, Susana Baca y Lucia de la Cruz. Uno de los problemas quizás, es que los criollos sueñan más con el ayer antes que vivir el hoy; porque hoy no se hace nada.

El joven no piensa mucho en el ayer, porque no lo tiene. Puede interesarle, pero no lo experimenta como un adulto. Entonces se viven de historias, de leyendas, de cosas que ya fueron, pero que por ser parte de nuestra evolución cultural, se convierte en patrimonio nacional. En un patrimonio que no debemos dejar fenecer.

Apoyo y publicidad: No nos vendría nada mal

Nuestra música criolla por ende, no tiene actualmente un gran apoyo del gobierno ni de la empresa privada. Simplemente porque no la consideran rentable, ni apuestan por los nuevos valores. Podemos hacer que los músicos actuales tengan el éxito que las leyendas e iconos criollos tuvieron, pero lo que se necesita es promoción y patrocinio.

No estamos en la misma época y para captar la atención de la juventud actual se necesita mayor creatividad y genialidad. No pretendamos pues conquistar y derrotar al enemigo con la misma técnica de guerra. Nadie se baña dos veces en un mismo río decía el filosofo Heraclito.

El gobierno ayudaría mucho con la eliminación de impuestos a los espectáculos culturales, a los conciertos criollos, es mas el Instituto Nacional de Cultura debería organizar conciertos y shows gratuitos para captar la atención de los jóvenes masivamente. Crear escuelas de canto gratuitas, de música, que el joven talento no sienta que esta solo.

Que si posee el arte y la actitud para desarrollarla, tiene las puertas abiertas a un mercado nacional que lo prefiere y lo tiene en un merecido lugar. Es por ello que debemos dejar de pensar en lo que fue la música décadas atrás, y comenzar a forjar un presente para la generación que se viene. Hagamos una continuación superior y no una involución cultural apegándonos inmerecidamente a lo extranjero.

Droga al paso en el Callao (Crónica)




Asaltos a mano armada, comercialización de droga a menores de edad, prostitución y desbande; es lo que se vive a diario en el Callao, sin que las autoridades puedan hacer algo al respecto. Los policías resguardan la zona hasta las tres de la tarde, pero al caer la noche empieza la fiesta para los adictos y vendedores de droga, quienes salen como ratas angustiadas en busca de comida.

Las principales victimas son las personas honestas, trabajadoras y decentes que viven en el barrio, pues al llegar a sus casas deben convivir con la inseguridad y el miedo que despierta el alto índice delincuencial, de ex convictos avezados, quienes no tienen reparo alguno en quitar la vida a un inocente, con tal de apoderarse de sus pertenencias.

No tienen vergüenza, ni remordimientos. Son personas que merecen ser castigadas, pero no solo privándolos de libertad, pues muchos de ellos son jóvenes enfermos que necesitan ayuda, sino creando programas de reclutamiento de pandillas a cargo de gente profesional, quienes les enseñaran a hacer algo productivo, a cambiar de rumbo sus vidas, y a modificar su conducta inculcándole valores, durante los años que estén internados.

Otros personajes que abundan en estos barrios, son los paseros o vendedores de droga, quienes hacen dinero fácil, aprovechándose de la dependencia irracional de hombres y mujeres, creando así una guarida de lobos , y una sociedad imposible de habitar.

Un ¨pasero¨ en el Callao

Con aliento a marihuana y capacidad mínima auditiva, conocí a Wilfredo Guerrero Albújar, alias ¨chichi¨, un popular y amigable guía turístico de las zonas más deplorables y avezadas del Callao, un incansable consumidor de marihuana, décimo octavo reincidente de penales e inaugurador del penal La Sarita.

Apurado, mirando hacia todos lados, siempre cuidándose las espaldas y atento a cualquier descuido de los vendedores del mercado central en Buenos aires, recorre el barrio que lo vió nacer un 6 de mayo de 1957. Es el tercero de cuatro hermanos, pero el número uno en la ¨vendimia¨ y el trance chueco.

Desde niño aprendió a convivir con la delincuencia del entorno. Su padre fuè alcohólico y consumidor de cloro (cocaína), aunque nunca robó, sostenía a la familia con las ganancias que obtenía como vendedor de artefactos usados en el centro de Lima y maltrataba a su madre moliéndola a golpes diariamente sin ningún motivo.

Siempre le gustó conversar con personas mayores, de rango alto, de calibre largo como él dice, pues de ellas podría aprender más mientras crecía escuchando anécdotas e historias de los penales como el frontón y el sexto. ¨ Todos mis vecinos entraban y salían de la cárcel, cada vez que llegaban se creían los superhéroes, como si no supiéramos que allá fueron una Amparo Brambilla con bragueta ¨. Recuerda.

Chichi camina de lado a lado, con una mirada perdida, todos lo saludan pues es más popular que ¨ Fulanito¨ en Nueva York. Viste un pantalón viejo, color verde oscuro, una camisa color crema, que en algún momento fue blanca, una casaca negra que apenas si consigue aplacar el escalofriante frió del Callao. Sin importarle nada se para en una esquina, mientras espera que algún carro pase y contrate sus servicios como comprador de droga o datero de operativos antidrogas, pues la última vez llegaron en diez camionetas, mas de 40 efectivos de la policía, subiéndose a las casas de micro-comercializadores en escaleras.

¨ Los efectivos entran, buscan, encuentran las bolsas, se las guardan en el pantalón y encalentan la droga para venderla. No les importa que el fiscal esté afuera¨. Agrega.

En el Callao nada es condenable. Seguía sentado en la misma esquina del movimiento, entre Jirón Saloom y Jirón Apurimac, a media cuadra del mercado.
A las 9 de la noche se detiene un auto color azul. Él se levanta rápidamente, abren la puerta y baja una chica de aproximadamente 22 años de edad, tez blanca y muy atractiva. Vestía una casaca de cuero y pantalón rojo, se dirigió hacia Chichi y le preguntó: ¿Tienes cloro?

- No. Pero te puedo conseguir. Dame la plata y voy a comprar - Responde.

Ella le contesta: ¿Estas fumado o que tienes? Yo no te conozco. ¿Cómo sé que no me vas a cerrar?

- Si quieres te dejo mi DNI, para que veas que voy a regresar-

En el auto había un tipo de gorra, trigueño, quien no se dejaba ver por nada del mundo. Este le hace un ademán para que la chica acepte. Chichi va corriendo con el dinero, desapareciéndose en la oscuridad. Quince minutos después regresa con dos ¨king size¨ de coca y se los entrega. Por ese pase ganó doce soles, pero la noche acaba de empezar.

¿No tienes cargo de conciencia por venderles droga a los jóvenes?

No tengo por qué sentirme mal. Yo no los inicié, ellos ya están enfermos. A la gente de mi barrio les doy consejos, les hablo para que entiendan que esta vida es muy triste y ellos aún están a tiempo de regenerarse y no terminar como yo; que soy un viejo drogadicto.

¿Alguna vez has intentado cambiar de vida y rehabilitarte?

Lo he intentado muchas veces, pero no tengo a nadie. Me siento muy solo y la droga es mi escape. Sufro mucho por dentro y a nadie le interesa, me miran y se ríen.

Estuve en varios centros y a todos los detesto por vivos. Yo limpiaba, llegaba a la iglesia, rezaba y quise cambiar sinceramente. En una oportunidad escuché cuando el pastor le contaba a otro líder que se había comprado un auto nuevo. Ese era el cuarto carro que se compraba, con los pulmones de más de ochenta carameleros, quienes diariamente tenían que aportar un mínimo de 6 Soles.

¿Quiénes introducen la droga al Callao?

Son gente de la sierra. La traen en ómnibus de transporte, si es que tienen suerte, ya que antiguamente si veías un carro lleno de polvo y lodo, sabias que había traído droga del interior del país. Aunque la marihuana viene del norte; de Trujillo o Chiclayo.

¿Qué tienes que hacer para convertirte en un ¨pasero¨?

Las personas que quieren meterse en esto preguntan e indagan, pero primero tienes que acompañar a uno más renqueado, yo he ayudado a muchos que empezaron con 15 pacos y ahora venden 300 pacos diarios. Porque este trabajo es muy fácil, es como aprender a manejar bicicleta, al principio recibes ayuda pero luego la manejas solo.

¿Cuánto cuesta un paco y cuantos venden diario?

Un paco de marihuana cuesta un sol, un quete de pasta está cincuenta céntimos y el king size de coca a cuatro soles. La coca es la más cara, pero si quieres conseguir una buena tienes que caminar.
Un vendedor gana de lunes a jueves, cien soles diarios, pero los días buenos son los fines de semana, los sábados llegan a vender hasta quinientos quetes.

¿Cuál es la droga mas consumida?

La pasta, porque es mas barata. Aunque entre los jóvenes la más popular es la marihuana, aquí la consumen como si fuera un cigarrillo, la arman desde temprano.
Los niños que recién empiezan inhalan terokal, se compran una lata de doce soles, hechan un poco en una bolsa y la aspiran. Casi siempre salen con el pretexto de comprar alguna golosina y luego los encuentran tirados en las puertas de las casas drogados.

¿Y tú qué drogas consumes?

Antes consumía de todo, yo he probado una gran variedad. Pero la más rica es el éter, esa sí tienes que prepararte bien para probarla. La depositas en un rociador de vidrio, hechas un poco en un pañuelo y la hueles. Tienes que recostarte en la pared para no caerte. Con esa droga sientes que tu cabeza se achica y se agranda.

Otra es el cloro, porque te da vitalidad, energía, te pone bien, no como la pasta que te atonta, te deja como imbécil.
Actualmente consumo marihuana, fumo cinco a seis pacos diarios y me salen gratis porque me mandan a comprar, me agarro uno, y así voy haciendo mi mercado.

¿Alguna vez has robado para comprar droga?

Los drogadictos generalmente robamos para consumir, porque con nuestra adicción nadie nos dá trabajo. Cuando era joven asaltaba bancos, entraba a las casas y robaba todo lo que encontraba. Una vez entré a una casa y ví una cartera detrás de la puerta, allí habían guardado dos kilos de oro, nunca pensé que iba a tener tanta suerte.

La vida da muchas vueltas y la juventud dura poco, “chicha” fué a la cárcel 18 veces, por una serie de denuncias acumuladas y otros delitos que había cometido. Adentro tuvo que aprender a llevarse bien con los presos, pero sobretodo con los policías, quienes lo usaban para llegar a los macro- comercializadores de droga.

Para su seguridad lo cambiaban constantemente de penal, aunque adentro el dolor lo embargó cientos de veces, sobretodo cuando su madre se mató tomando veneno para ratas y no pudo asistir al entierro de la mujer que le dió la vida, y que cansada de la inmundicia y el horror que le tocó vivir; se suicidó. Él reconoce haberla hecho sufrir y hasta ahora se arrepiente.

Hace solo 6 años que salió del penal Castro Castro, su último delito fue por comercialización de droga, aunque él afirma que fue una calumnia de la cual vivirá con un eterno resentimiento, ya que le adjudicaron diez años de cárcel injustamente. Cuando lo soltaron salió sin ninguna garantía de vida. ¨ Me pudieron haber matado y nadie iba a reclamar mi cuerpo, porque yo no valgo nada¨. Agrega.

Barrio Rúgia y la esencia de la perdición

Este barrio está ubicado entre los jirones Ancash y Loreto. Hace diez años un voráz incendio provocó la muerte de cinco personas y más de veinte inmuebles quedaron reducidos a cenizas, ya que muchas casas eran de esteras y quinchas. El incendio se originó por la falta de luz, pues usaban velas y lamparines.

No pasó mucho tiempo y la gente del barrio fue construyendo sus casas. Poco a poco se podía observar construcciones de primera, con muchas características costosas para gente que antes vivía en casas de madera. Porque sumergirse en ese lugar era como esperar una combi en el paradero del infierno.

Eran las diez de la noche y decenas de jóvenes se reunían, conversaban y reían entre ellos, sacaban un papelito y depositaban una hierba similar al orégano, a la que luego cerraban, prendían y fumaban, cual cigarrillo Hamilton. El olor que desprendía era insoportable para cualquier ser humano, aquel olor se te subía a la cabeza y sentías que tus oídos se tapaban, solo de aspirar ese pestilente e indescriptible humo.

Aprovechando la oscuridad y las sombras, se podía observar a grupos de hombres y mujeres pegados a la pared fumando pasta. Las casas eran grandes y permitían un momentáneo escondite para el lance.

Pero la fiesta continuaba y era el turno del ¨zambo Víctor¨, quien salía de la casa de Carla Arévalo de 46 años, residente norteamericana. Regresó al país cuando su hermana cayó presa para seguir con el negocio familiar. Ni bien salió el “zambo Víctor¨ en bicicleta, seis jóvenes se acercaron a comprarle y este les dió tres quetes de pasta a cada uno. Nadie vio nada, todos seguían en lo suyo y es que allí es como el pan de cada día.

Otra vendedora en Rúgia es una mujer apodada ¨la perrona¨, de cincuenta y cinco años, quien tiene mas de treinta años vendiendo cloro. Ella era una chica humilde y sencilla, vivía en un callejoncito, se inició a los veinticinco años, cuando tuvo un hijo de un narcotraficante. Se hizo famosa vendiendo marihuana que traía de Trujillo, a cambio de un sol daba cien gramos de moño rojo (hierba derivada de la marihuana).

Actualmente tiene una hermosa casa construida a cambio de la vida de muchos jóvenes, y el sufrimiento diario de madres que no pueden hacer nada por rescatarlos del profundo pozo en que se encuentran.

Callejón de Nariguete; un vistazo al pasado

Este callejón tiene más de cincuenta años operando la comercialización de droga. Fuè el primer callejón vendedor de esta sustancia en el Callao. La historia registra que este llegó a vender cerca de mil quetes diarios, entre marihuana, pasta y coca.

Ubicado en Jirón Marco Polo Nº 561, fuè testigo del nacimiento de más de tres generaciones de perdición y desbande, puesto que hasta la fecha siguen vendiendo droga, aunque ya no como antes, debido a la competencia y a la mala calidad de sus ¨productos¨. Son cuarenta familias las que se dedican al vil negocio, los hombres salen y entran apurados, angustiados, miran para todos lados y caminan sin rumbo fijo.

En la fachada del callejón está la foto de un muchacho, con una pistola en la mano, de aproximadamente 19 años de edad apodado ¨ Machete¨, quien murió en una intervención de la policía antidrogas. Su verdadero nombre fue Alberto Ramírez Espinosa, estudiante del colegio Dos de Mayo y cursaba el quinto año de educación secundaria, cuando fue asesinado.

Su padre es un hombre honrado, y su madre se gana la vida vendiendo arroz chaufa y pollo frito, en una carretilla en la puerta del callejón en donde vive. De niño era tranquilo, obediente y trabajador, pues ayudaba a su madre a vender comida en el mercado central del Callao.

Era un chico deportista y aficionado al fútbol, pero todo cambio cuando ingresó a la secundaria. Hizo nuevos amigos en el colegio e iba a visitarlos con frecuencia a otros barrios cercanos, con el pretexto de hacer tareas o estudiar para los exámenes. Poco a poco se fue alejando de su familia, su carácter cambió, ya no ayudaba a su madre, ni asistía al colegio.

Una noche mientras su madre trabajaba oyó unos disparos, aunque por esas calles es común escucharlos. “Sentí algo en el pecho, deje la comida tirada y fui corriendo a buscar a mi hijo. Lo encontré acostado en el piso, con su polo de la “U” manchado de sangre, el no era un chico malo. Yo tuve la culpa, por no haberlo sacado de este barrio inmundo”. Agrega entre sollozos.

Todo la cuadra lamentó su muerte, es por ello que escribieron sus nombres al lado de la imagen: Tito, Carlos, loquillo, Víctor, Miguel, la china, entre otros.

Callejón de los disecados

Este lugar esta ubicado en jirón Guisse 670. A simple vista parece un callejón humilde y sencillo, ya que afuera venden pescado frito y pan con relleno. Me acerqué a comprar mientras oía a una señora decir que habían matado a un hombre a las tres de la tarde, por intentar robarle su billetera.

El señor puso resistencia y a cambio recibió cuatro puñaladas en la espalda. En ese momento cualquier ser humano espectador del crimen, hubiera sentido un escalofrío en todo el cuerpo y una mezcla de miedo e indignación, ante tal injusticia contra un honesto padre de familia y vecino de la zona, quien retornaba a su hogar después de una larga jornada de trabajo.

¿Cómo pueden atentar contra la vida de un ser humano inocente?, ¿Sólo por la adicción a una maldita sustancia que tarde o temprano los llevará a la muerte?

Pasaron quince minutos y de una de las casitas salió un hombre vestido de mujer. Parecía una gitana. Tenía un pañuelón en la cabeza color rojo, un par de aretes largos de plata y una cartera en el hombro. Este hombre es más conocido como el ¨Cabro peludo¨, vendedor de pasta desde hace diez años. Es famoso por vestirse como vedette y aparentar ser una prostituta para poder vender libremente su mercancía en las calles.


Los Barracones o Barranquilla

En este sector del Callao, muy cerca al mar, están los barracones. Cuyo barrio es de gente humilde. Ellos sufren una pobreza extrema; no tienen agua y muchos arrojan sus deshechos a un pozo común.

Los niños juegan en la noche, cantan y bailan, hacen fiesta muy ajenos a lo que realmente ocurre a su alrededor. Muchos de ellos no asisten al colegio, no saben leer ni escribir, pero sí conocen los nombres de las drogas más comunes. Crecen escuchando historias de penales, de ex convictos y narcotraficantes; historias acompañadas de un lenguaje vulgar no apto para niños de tan corta edad.

En los barracones se respira un aire congelante, pero sobretodo un sentimiento de pena y desgracia. Las calles están llenas de basura y desmonte, de aguas sucias y casas de madera color celeste y amarillo. Este lugar tiene fama de tener la mejor pasta de todo el Callao y esto lo puede asegurar una mujer apodada ¨la china¨, de cuarenta y tres años y gorda figura.

Ella se dedica a la venta de pasta desde hace veinte años, su precio es de cincuenta céntimos el paco. Los consumidores generalmente compran cinco quetes para preparar el cigarro. Pero no sólo es ella, junto al pozo hay un callejón ancho y oscuro que atraviesa la calle, afuera hay decenas de hombres con canguros en la cintura, ellos son vendedores de coca.

En un puesto de comida estaban sentados ¨la chola¨, ¨el chaflico¨ y tres hombres vestidos de marrón, quienes se sentaron junto a mí y me preguntaron si vivía por esa cuadra.

- ¿Tu eres de por acá? , nunca te habíamos visto- dijo la chola.

En ese instante llegó mi contacto y le dijo: ¨ Mi amiga ha venido a comprar algo, ya sabes qué le puedes ofrecer¨

La chola me hizo pasar al puesto de comida y sacó de un bolsillo tres king size de coca y me los dió. Los tomé y le dije si podíamos conversar afuera y ella accedió.

Salimos y nos sentamos en la vereda, ¨ la chola¨ empezó a contarme parte de su vida y de la manera cómo reaccionaba ante una injusticia, que le dolía dedicarse a malograr gente, como ella lo llama.

Según sus amigos ella es una mujer suelta, solidaria y muy colaboradora. Cientos de veces los ha visitado cuando han caído presos, ha ido al penal llevándoles comida y víveres para un mes. Su pareja es el ¨ gordo Johan¨, un ser problemático y desconfiado, pero sobretodo celoso en su negocio, pues llegó un cliente y no le quiso vender por no haberle comprado el día anterior.

Al rato llegaron dos morenos altos. Eran Lucho y Hugo, hermanos y vendedores de pasta y marihuana. Todos los odian por vagos, atorrantes y por robarle a la gente del barrio. La mujer de Lucho es ¨ la pilota¨, ella es la ¨ men¨, la mas brava, porque ella puso el dinero para el negocio y luego él hizo crecer el capital vendiéndole droga a distritos como San Miguel y Magdalena del Mar.

Para despistarlos entré a una iglesia evangélica que está a dos cuadras en Jirón Guisse, cuya propiedad le perteneció al delincuente ¨Pilatos¨, chalaco de escuela y de nacimiento.

El último delito de ¨ Pilatos¨ fuè robar, junto con ¨ Rajuela¨, ¨Chino wong¨, ¨ Bronco¨ y ¨Cabeza de gorro¨, una colección de rubíes y piedras preciosas a un mayor de la policía. Este hecho ocurrió en Trujillo.

Esa noche estaban en el hotel derrochando el dinero en mujeres y alcohol, mientras ¨ Rajuela¨ estaba en la cantina. Ante el grave hecho, las autoridades hicieron una batida y atraparon a ¨ Rajuela¨, quien reveló el paradero de sus cómplices. ¨ Pilatos¨ fue asesinado en el año 1982, durante el motín del sexto.

Así terminó mi recorrido en lo que yo llamo la fiesta del “quete” y del “King size”, porque en el fondo sólo ellos se divierten, no los seres humanos.






Engaños y atropellos con pobladores de Pisco (Reportaje de investigación)





Empresas afiliadas al banco de materiales elevan sus precios, mientras que los damnificados sufren las consecuencias.


A casi un año del devastador terremoto del 15 de agosto, que arrasó la provincia de Pisco con más de 500 muertos, centenares de desaparecidos millones de pérdidas materiales, las personas han hecho un esfuerzo sobrehumano por salir adelante, ya sea por sus propios medios o con la poca ayuda del gobierno.

Actualmente Pisco sigue en proceso de reconstrucción y como es de esperarse; sumergido en un total caos municipal, sin mencionar el incremento de la delincuencia y las incontables denuncias por asalto a mano armada que se registran en los libros policiales de una improvisada comisaría de madera donada por la República de Turquía.

Hace mas de 8 meses COFOPRI organizó un censo a los pobladores de los diversos distritos como San Andrés, Pisco playa y Pisco centro. Con el fin de entregar los títulos de propiedad a cada familia damnificada que no contara con alguno. Además de registrar las direcciones y comprobar el estado de su vivienda.

Esta base de datos permitió que FORSUR pudiera crear la primera lista de personas beneficiadas con el bono de reconstrucción valorizado en 6000 soles que donó el gobierno, mediante una tarjeta del banco de materiales a nombre del representante de cada familia.

EMPRESAS ABUSIVAS

El Gerente General del Banco, Jorge Aparicio Mosseli, sostuvo que los damnificados tendrían plena libertad para escoger la calidad y el precio de sus materiales de construcción. Y para que los pobladores pudieran hacer uso de esta tarjeta y adquirir sus materiales, el banco afilió a 13 empresas en Ica y solo dos empresas en Pisco.

La primera empresa fue Inversiones Cassoli SAC, de Cassia Olivares Victorio Marín, ubicada en calle Beatita de Humay Nº 583, quien ya había participado en diversos concursos con la Municipalidad de Pisco. La segunda empresa fue Grupo A y G Fortaleza, ubicada en Urbanización Pesca Perú, Mz. O Lote 11, de Cassia Olivares Gabriela Nila (hermana del dueño de la empresa anterior).

Hasta ahí no hubiera tenido nada de malo. Pero, estos dos hermanos empresarios han vendido los diversos materiales de construcción a diestra y siniestra (mediante la autorización que les concedió el Banmat). Con precios sobrevalorados, muy por encima de los establecidos por la competencia de la provincia. Aprovechándose de ser los únicos que podían aceptar la tarjeta del banco y expender los productos a miles de damnificados.

Por ejemplo: el millar de ladrillos de 18 huecos a S/ 880.00, mientras que la competencia a S/ 820.00. La bolsa de cemento sol a S/ 19.00, mientras que las demás empresas a S/ 17.20. Y así podríamos seguir enumerando las enormes e injustas diferencias de precio, que no hacen más que perjudicar la labor de reconstrucción del estado y lucrar con la desgracia de esta pobre gente que no tiene un hogar en donde vivir e intenta construir una habitación de 3 metros de ancho por dos de alto.

Porque sepa usted que los materiales entregados solo alcanzan para construir una pequeña habitación de ladrillos, sin acabados de puertas y ventanas, ni piso. Sin contar que el costo de la obra equivale a un promedio de 1500 soles, porque los albañiles también han subido su precio por mano de obra.

Aun así, estas prosperas empresas que no sufrieron ningún daño en el pasado terremoto, quieren disminuir la poca ayuda del estado y sacar tajada. Pues en vez de recibir 6 millares de ladrillos recibirían 5, que para estos pobres damnificados ya es bastante pérdida. Y esto debe parar.

Ante los reclamos de cientos de pobladores, quienes denunciaron el abuso a las autoridades manifestando que los precios habían subido un 50%, el Fiscal provincial José Maria Chacaltana Yáñez realizó un operativo el día 22 de mayo a las 11:00 a.m. (como consta en el libro de ocurrencias de la Policía), visitando estas dos empresas para comprobar si había sobre valoración de precios. Tal fue la sorpresa, pues no encontraron ninguna novedad y los encargados de ambas tiendas dieron precios menores a lo declarado por los damnificados.

En una entrevista realizada al fiscal, este reconoció que hubo fallas en la diligencia, pues no se pidió las respectivas pruebas que comprobaran lo denunciado, como facturas de ventas emitidas por la empresa, en donde se hubiera comprobado el precio real de venta. En conclusión, solo se preguntó de boca y fue un operativo muy corto y desganado de solo 40 minutos.

EN ESPERA DE LOS BONOS

Según el Banco de Materiales ha repartido en Pisco 5395 bonos de reconstrucción. Y las personas los han ido recogiendo según el orden de publicación de las listas. Dá la casualidad que muchas personas denuncian y reclaman que sus nombres salieron en la primera lista de diciembre del año pasado y que aún no les han entregado absolutamente nada.

Van a las oficinas ubicadas a las salidas de Pisco y esperan largas horas desde las 8 de la mañana hasta las dos de la tarde. Al principio iban cientos de personas y las colas eran muy largas, pero al no encontrar nunca al ingeniero Carlos Gutiérrez, encargado de la evaluación y entrega de los bonos, perdieron las esperanzas.

Este es el caso de la señora Zoila Vallejos Hernández, quien salió publicada en la primera lista con el número 778 en el mes de febrero, y hasta ahora no le han entregado nada. Pero, es un poco extraño que a otras personas que han salido en 2 listas posteriores sí les hayan entregado.

Los responsables afirman que el problema es el cambio de cargo, pues el alcalde de Pisco despidió hace un mes al ingeniero Gutiérrez por ineficiente y porque pidió prestado, sin consultarle a nadie, parte del dinero en efectivo de los bonos de reconstrucción, aunque la denuncia no ha sido formalizada aún.

Esto no quedó ahí, pues al parecer en venganza se llevó los 400 bonos de la primera lista que faltaban entregar y los 600 soles en efectivo de cada damnificado (que es para el pago de la mano de obra), que suman 240 mil soles.

¿Qué hace este hombre con dinero y bonos que le pertenecen a los damnificados? Hasta cuándo seguirán aprovechándose de la población para cometer diversos atropellos y sacar ventaja para su beneficio.

El alcalde, quien ahora vive en el Grupo Aéreo Nº 51 ubicado en el distrito de San Andrés, se negó a dar declaraciones al respecto y su secretario informó que la próxima semana el ingeniero entregará los bonos faltantes y que ahora quien está a cargo es el ingeniero Eduardo Figueroa.

CONTRATACIONES Y MISTERIOS SIN RESOLVER

Otra de las denuncias de los pobladores de Pisco playa son las 8 bolsas de cemento que la Municipalidad de Pisco debía entregar a cada damnificado para que pudieran construir una loza del tamaño del módulo de madera que el alcalde había entregado. Han pasado 8 meses desde que empezaran a repartirlas y más de 2500 ersonas no las han recibido. Alcalde de Pisco Juan Mendoza

En total suman un promedio de 20 mil bolsas de cemento que no han sido entregadas. Valorizadas en un costo de S/ 340,000.00 que desembolsó el estado para empezar con el trabajo de reconstrucción de esta zona afectada.
¿Quién responde por ello? ¿Dónde están las bolsas de cemento?

La persona encargada de repartir esta donación a cada familia fue el señor José Anicama Revatta, y según manifiestan los testigos, cada vez que iban a buscarlo a la Municipalidad para reclamarle no lo hallaban. Porque este señor estaba muy ocupado en su empresa Transportes A y D EIRL, ubicada en calle Ismael Aspíllaga Nº 275 y registrada ante SUNAT como una empresa dedicada al rubro de transporte de carga por carretera.

Pero, que casualmente a raíz del terremoto se dedica ahora a la venta de materiales de construcción, participando en diversos concursos de licitación con la Municipalidad de Pisco, por un monto total de S/ 60, 113.00 . Sólo en el mes de enero y siendo el único postor en el concurso.

Esto ante SUNAT es un delito. Pues una empresa cuya actividad principal es transporte de carga, no puede emitir factura alguna de actividades no autorizadas, menos podría trasladar mercadería de un lugar a otro teniendo guía de transportista.

Para que esto procediera y fuera legal tendría que afectarse el rubro de venta como actividad secundaria; lo cual no se ha hecho hasta ahora. Por lo tanto será notificado y multado, según las consideraciones de este órgano regulador, quien ya ha tomado una serie de medidas contra este señor en anteriores ocasiones.

Pues SUNAT emitió una resolución de cobranza coactiva Nº 10307013972 contra esta empresa, en el año 2003, por acumulación de deuda tributaria. O sea que no pagaba sus impuestos y retuvieron su cuenta bancaria.

PASADO NEBULOSO

Su primer trabajo con la Municipalidad fue el 15 de agosto del 2007 y se encargó de las obras de parchado y asfaltado de calles. Para participar en el concurso se inscribió en el Registro Nacional de Proveedores el 03 de agosto, en donde fue observado y suspendido hasta el 06 de septiembre del año pasado.

O sea que en el momento en que obtuvo la licitación estaba suspendido, aunque según las leyes no lo impide de participar y además de ganar la buena pro. Y así fue como siguió participando de diversos concursos y uno de ellos fue la adquisición de materiales de construcción de veredas del AA.HH. Manuel Gonzáles Prada.

Cuya publicación de bases en la página de CONSUCODE, fue el 18 de enero de este año. Y uno de los documentos solicitados en las bases (el cual figura resaltado), era que el postor debía tener experiencia relacionada al objeto de la convocatoria y presentar , como prueba de ello, copia simple de las facturas o contratos que avalen las ventas realizadas anteriormente.

Fuimos en busca de ese expediente al local en donde funciona ahora la Municipalidad de Pisco y nos encontramos con la sorpresa de que no contaba con ese requisito. No había ninguna factura en el expediente.
Solo el resto de la documentación, pero no los antecedentes probatorios de que en realidad esta empresa se dedicaba a la venta de materiales de construcción.

LOGÍSTICA EN PROBLEMAS
Ante esta grave irregularidad el señor Marcelo Pasache, jefe de logística, no sabía qué hacer cuando le pedimos una explicación. Al principio trató de negarlo, diciendo que él personalmente se encargaba de colgar las bases y que era imposible que se le hubiera pasado solicitar un requisito tan fundamental, pero al ver el documento y revisar el expediente de licitación no tuvo otro remedio que aceptarlo.

Es más, defendió a la empresa de Transportes A y D, diciendo que era una empresa de servicios generales y que legalmente no había problemas para que él directamente la contratara por invitación. Lo cual es falso, porque esta empresa ante SUNAT figura con una sola actividad principal, como ya lo hemos explicado.

Y pretendió escudarse en el monto de dicho concurso; S/ 10,812.00, pues a su criterio se trataba de un monto muy bajo. Pero no mencionó que en solo un mes se le ha otorgado a esta empresa la suma de S/ 60,113.00 en cuatro concursos por adquisición de materiales, teniendo como antecedente una seria de incompetencias e irregularidades muy sospechosas, que mas parecen estar inclinadas a beneficiar al postor.

Por lo tanto, la pregunta queda en el aire. Pues habiendo más de 10 empresas medianas que venden materiales de construcción en Pisco: ¿Por qué elegir a una empresa que nunca se ha dedicado a este negocio? Y que además no está registrada con esta actividad y que tampoco cuenta con un local formal en donde tenga la mercadería.

¿No será que esta persona tiene preferencias por ser uno de los hombres de confianza del alcalde? Está comprobado que el jefe de logística sí las tiene, pues lo contrata a dedo, sin revisar siquiera que se respeten las bases legales.

Esto sólo es una pequeña prueba de las irregularidades cometidas en Pisco. Primero en la entrega de alimentos; pues la empresa contratada por el SIS, además de sobre valoración de precios, resultó ser fabricante de calzado. Y ahora en la reconstrucción y adquisición de materiales, se contrata a una de transporte.

Esto demuestra una serie de abusos, que se cometen según el orden de las necesidades de esta pobre gente. Y nos preguntamos: ¿Qué vendrá después?





Bryan Adams estremeció Lima (Crónica)


El cantante canadiense Bryan Adams hizo vibrar a casi 25 mil personas que asistieron al concierto el último 6 de abril en la explanada del estadio Monumental, en Ate Vitarte. Los fanáticos disfrutaron del primer espectáculo de la gira mundial de su ultimo disco ¨11¨, así como también de sus éxitos que lo consagraron como el ícono de la balada rock, en las décadas 80 y 90.

Eran las 7 de la noche y las avenidas Javier prado y la Molina estaban congestionadas de autos y taxis, el ruido era ensordecedor y la desesperación crecía a medida que pasaban las horas, el momento se acercaba. El público caminó 16 cuadras para ingresar al estadio y ver al ídolo que pisaba por primera vez suelo peruano. Revendedores de entradas a mitad de precio, músicos reconocidos y actores de televisión, se mezclaban entre los miles de fans y esta vez nadie importaba más que el divo internacional, compositor y cantante de 1 metro 75 de estatura, autor de dos temas de películas hollywodenses: ¨Los tres mosqueteros¨ y “ Robin Hood, Príncipe de Ladrones" , en donde obtuvo la nominación al oscar por el clásico "Everithing I Do".

El escenario era impresionante, 2 pantallas gigantes de 6 metros registraban las imágenes del público, así como un pequeño escenario de 1 metro y medio de alto, ubicado en el centro de las zonas Platinum y Vip central. Más de 40 hombres de seguridad resguardaban un largo camino desde el escenario principal hasta el segundo pequeño escenario.

Entonces ocurrió. Dieron las 9 de la noche, apagaron las luces y el legendario Adams salió, ante el grito de la multitud, caminó entre el público con su guitarra en mano, una fender stratocaster valorizada en ochenta mil dólares, acompañado de su representante y dos de sus músicos. ¨Hola Lima, mi nombre es Bryan, estoy muy contento de estar aquí y haremos que esta noche sea inolvidable¨. Saludó. Los asistentes no podían creer que aquel hombre vestido de jeans y polo negro, estuviera tan cerca de ellos y los sorprendiera rompiendo las reglas abriendo con ¨There will never be another tonight” , para luego enamorarlos con ¨Please forgiveme¨.

Sueños de una fan enamorada

Ya en el escenario principal, la fiesta continuó. Un excelente registro y entrañable voz, aún con el pasar de los años, sacudía el estadio con temas como ¨Somebody¨, ¨Summer of 69¨, ¨Heaven¨ y ¨ Cuts like a knife¨, que le valió su primer disco platino en 1984, al lado del excelente baterista Mickey Curry y el amigo de escuela, maestro y gran guitarrista Keith Scout, miembros oficiales de la banda hasta hoy.

Pero la sorpresa de la noche fue cuando anunció el clásico ¨Baby when you`re gone¨ y solicitó que una chica del público lo acompañara. La elegida, entre las miles de admiradoras que gritaban emocionadas, fue una linda adolescente de 16 años llamada Josselyn, quien subió portando la bandera peruana con el número 11 (nombre del disco) en el centro. Muy emocionada y nerviosa confesó al cantante ser una de sus más rendidas fans y cumplió su sueño de cantar a dúo y bailar con Bryan Adams frente a miles de personas que coreaban sus canciones. Sin embargo, ocurrió algo inesperado, la bandera peruana que sostenía Josselyn cayó al suelo mientras bailaban. Pese a la protesta de algunos, el cantante continuó sin percatarse de nada y el público perdonó este inoportuno incidente.

Fue una noche inolvidable. Pues este apasionado y sensible músico, con mas de 60 millones de copias vendidas en el mundo y 26 años de fructífera carrera, cautivó con su sencillez, nos entregó un show para recordar y dejó su alma, su espíritu 100 por ciento rockero en el escenario y un mensaje: ¨All is posible¨. Grande Bryan Adams.