viernes, 15 de mayo de 2009

Una abnegada madre “fénix”

Karina Ortíz Malpartida se levanta minutos antes de las 5 de la mañana para alistarse e ir a trabajar, pues debe vigilar el orden y la seguridad vial en el terrible tránsito del centro de Lima, además de soportar los piropos de irrespetuosos choferes de combis y taxis. Proviene de una familia de policías pues su abuelo, su padre y sus dos hermanos son miembros de las fuerzas del orden.


Nació en Huánuco el 14 de mayo de 1978, quiso ser enfermera; por su vocación de servicio, y periodista; por su interés en la investigación. Conoció a su esposo en un evento que debía cubrir como policía motorizada en el Teatro Municipal, mientras él trabajaba como parte del personal de seguridad de la Municipalidad de Lima.

Se hicieron amigos, salieron y poco a poco se fueron conociendo hasta enamorarse. Se casaron cuando tenía 23 años y actualmente tiene un hijo de 6. “Cuando estamos sin el uniforme los dos somos súper amorosos y cariñosos, pero uniformados pasamos de frente y nadie sospecharía que estamos casados”, sostiene. Karina respeta mucho el reglamento, ama su carrera y jamás cometería una falta o recibiría una coima.

“A veces la misma población tiene la culpa de que se dé el “arreglo”, pues conmigo lo han intentado y cuando les pido sus documentos colocan 10 ó 20 soles, los miro y delante de ellos regalo el dinero a cualquier llenador o apuntador de combi”, señala. Una muestra más de por qué estas mujeres son las llamadas “incorruptibles” y de que las eligieran para liderar la seguridad vial, pues el 80 por ciento de policías de tránsito son féminas.

Además “la peque”, como sus compañeras la llaman haciendo referencia a su alta estatura de 1 metro 73 centímetros, posee ese don de servicio, que no se compra en ningún colegio, academia o universidad. Su mirada refleja confianza, ternura, paciencia y mucho amor por su familia y profesión. Su pequeño Luís Enrique tiene tan sólo 6 años de edad y cuando sea grande quiere ser policía como su mamá. Ella es su héroe y ha prometido apoyarlo en lo que él decida.

Cada vez que Karina logra escapar unos instantes del duro tránsito limeño y va al colegio para verlo actuar unos minutos, todos sus amiguitos se sorprenden cuando la ven llegar en moto, casco y botas negras como toda una súper héroe. Y empiezan a gritar: ¡La mama de Luís Enrique es policía!, ¡La mama de Luís Enrique es policía!, ante la sonrisa y rubor del travieso, quien no puede ocultar el orgullo y la admiración que siente por su madre. A pesar de ello Karina sufre mucho cuando su hijo se enferma y no puede cuidarlo, lo cual es comprensible, porque para ella no hay permisos. El tránsito no puede esperar y no hay quien pueda suplirla en el cargo.

En toda su carrera, lo peor que le han dicho al colocar una papeleta es: “ojalá que su hijo no sea cobrador de combi”, sin embargo “la peque” sólo cumple con su trabajo y aunque no lo parezca, los más irrespetuosos y agresivos con las policías fénix son los taxistas. El poco tiempo de descanso que tiene se dedica 100 por ciento a su hijo.

Dos días a la semana trabaja 24 horas, los demás 17 horas y dos días sale de franco. Gana tan sólo 700 soles al mes, arriesgando su vida en las carreteras y congestionadas calles capitalinas. En los 11 años como policía tuvo 3 accidentes; el más fuerte fue cuando un conductor se estrelló contra su caseta de tránsito y ella cayó golpeándose fuertemente en la cabeza. Desde que se convirtió en madre teme mucho más por su vida, pues su mayor miedo es no poder ver a su hijo crecer, ni estar junto a él. Es por ello que debido a su esfuerzo, tesón y dedicación se ha convertido en un ejemplo de madre del siglo XXI; esa que pese a todo intenta cambiar el mundo, regalando una sonrisa.

2 comentarios:

ENRIQUE PIEDRA dijo...

LA VERDAD QUE ESTA MUJER POR LA QUE SE EXPRESAN ES UNA VERDADERA DAMA ADMIRABLE DE TODO MI RESPETO Y DEL MAS PURO AMOR SIGNIFICA TODO LO QUE UN HOMBRE DESEARIA TENER DE CUALIDADES EN UNA MUJER SOLO ME QUEDA DECIRLE QUE LA AMO Y QUE NUNCA NINGUN SENTIMIENTO SERA MAS PURO QUE EL QUE YO SIENTO POR ESTA DULZURA DE MUJER. GRACIAS KARI POR SER COMO ERES CUIDATE MUCHO BEBE TAM.

Unknown dijo...

Claudia Toro valiente peruana te felicito por tus investigaciones periodísticas, no hay mejor valor periodistico que la verdad. TE FELICITO Y TE AGRADEZCO VALIENTE!!!!